13 julio, 2011

Servicio A La Comunidad.

Muy bien, hoy quiero darles un aviso hacia sus seres queridos, especialmente los más pequeños, a la hora de ir al baño. Sonará ridículo, incluso femenino, el que los acompañen a ir en un baño público; pero ustedes juzguen. Es algo que me pasó, apenas hoy, y no fue grato.

Fui a solicitar trabajo, y las oficinas se encuentran en un hotel muy conocido. Entonces, yo compré un litro de agua en el camino, y la venía tomando. Obviamente te dan ganas d ir al baño, entonces  fui, entré, y ahí estaba el señor de la limpieza. Yo cuando lo vi, observé que se estaba rascando las partes nobles. No le di importancia, seguí, hice lo que tenía que hacer y fui a lavarme las manos. Como en todos los baños públicos hay un espejo en los lavamanos (con algunas excepciones); entonces, de repente, yo miro al espejo y veo que el señor de la limpieza se sigue rascando sus partes pero viéndome, y cuando se percata de que ya lo vi desvía la mirada. -"Por respeto, o pena debió haber desviado la mirada", pensé yo. Entonces yo vuelvo a mirar al espejo y el hombre sigue viéndome y haciendo lo mismo, y me le quedé viendo, ya disgustado, con cara de: ¿qué le pasa, don? Ya luego le importó un bledo que yo lo esté viendo y continuó tocándose.

Salí del baño todo sacado de onda y me dirigí a la oficina. La encargada me dice que vuelva en 15 minutos, así que salgo del hotel a esperar y dar una vuelta. Pasados los 15 minutos regreso al interior del hotel, y en eso me topo de frente al de la limpieza de los baños del hotel, y cuando me ve se vuelve a tocar el pene. Ya molesto le dije: ¡Chale, don!, el hombre se espanta y sigue su camino.

La conclusión es ésta: Si yo tengo 21 años, y un hombre, de aproximadamente 40 años, se me insinúa valiéndole que yo ya me molesté ¿Cuánto más a un niño?¿o un adolescente?...

Así que, amigos, por AMOR a nuestros seres queridos ¡pongámonos truchas! La maldad se está multiplicando, y esto no es choro. Cuídense.

Dios les bendiga.